Wienn – Vienne, 11 de julio de 2012
Hoy he pasado a formar
parte del millón de personas que vienen todos los años a este santuario de la
Virgen. Hijos que vienen a ver a su Madre o turistas que eligen como lugar de
destino un lugar tan singular. Tiene su historia. El Santuario
de Mariazell está en los montes de Estiria y es el mas popular del centro de
Europa (seguramente los alemanes dirían que el de Altötting). Está a unos 170
km. de Viena. Y vienen de toda Austria, Hungría, República Checa… En 2007
celebró los 850 años de su existencia.
Se va desde toda Austria y naciones del entorno. Y de la misma manera que tenemos en España el "Camino de
Santiago", los caminos que conducen a Mariazell reciben el nombre de “Via Sacra”, y están llenos de ermitas y monasterios; parece que también de hostales del peregrino, aunque me parece que no del mismo estilo de los que hay en el "Camino de Santiago".
Todo tiene su historia, y la que se conserva comienza en la noche del 21 de diciembre de
1157, cuando un monje benedictino llamado Magnus caminaba por el bosque
buscando un lugar para construir un monasterio. En su camino encontró una
inmensa roca que le impedía el paso. Magnus se arrodilló a rezarle a la Virgen
que lo guiara. El monje oyó un gran ruido y la roca se partió en dos,
permitiéndole seguir su camino. En una rama junto a la roca Magnus dejó
una pequeña estatua de madera de la Virgen. Poco después, junto con
personas de la zona, construyó una pequeña capilla para la estatua.
Los húngaros fueron los primeros en peregrinar a
Mariazell. Pronto siguieron peregrinos de Croatia, Eslovakia, Bohemia, Alemania
y otros paises. En el siglo XIII se construye la primera iglesia a la
Virgen. Y en al XIV, la Gnadenkappelle (Capilla de las Gracias), donde se venera la
imagen románica, envuelta siempre en un manto (como en El Pilar, aunque no
exactamente igual). Es pequeña también: 48 cm de altura. Es la patrona de
Austria (“Gran Madre de Austria”, la llaman) y de Hungría. Siempre hay gente rezando,
Por otra parte, no deja de tener su gracia que, al salir del pueblo y yendo a un destino para mi desconocido hasta ese momento, nos encontremos de repente con un cartel que dice: St. Sebastián, 4,5 km. Apenas a 10 minutos en coche desde el pueblo donde está el Santuario. Al principio hasta se me ocurrió pensar en un detalle de humor de mis acompañantes austriacos, uno de los cuales hizo todo lo posible, y en tono de broma, para que los demás cayéramos en la cuenta. Pero no, es real. Y a las afueras del pueblo, un lago que no es la playa de La Concha,
pero bueno, algo es algo a la hora de comer "mirando al mar". Y da para dar un paseo en barco después de comer. El
paisaje -Alpes austriacos- es precioso, y lo íbamos a saborear a la vuelta.
Pero cayó una tormenta de grandes proporciones que nos acompañó amablemente
hasta Viena.- Otra vez será.